Tumores de rodilla y cadera

Los tumores de rodilla y cadera, son un cáncer de hueso que destruyen el tejido de hueso normal, y forman una masa o un bulto de tejido anormal.

La mayoría de los tumores óseos no son malignos. Pero tanto los tumores malignos o benignos pueden comprimir el tejido óseo sano. La diferencia entre dos es que los tumores benignos no se extienden a otras partes del cuerpo, no destruyen tejido sano y rara vez pone en peligro la vida.

Los tumores óseos pueden afectar a cualquier hueso del cuerpo y desarrollarse en cualquier parte del hueso. Un hueso con crecimiento de tumor incluso siendo un tumor benigno, destruye el tejido sano y debilita al hueso, haciéndolo más vulnerable a una fractura.

Existen algunos tipos de cáncer que se pueden diseminar al hueso como:

Pecho.
Pulmón.
Tiroides.
Renal.
Próstata.

Tipos de cáncer óseo más comunes

Canceres de hueso secundarios

Es el tumor óseo más frecuente. Se le llama secundario debido a que no es originario de algún elemento propio de los huesos. Se produce en otro órgano o tejido a distancia y viaja por la sangre o por el sistema linfático, hasta depositarse dentro de un hueso y crecer dentro de él.

Los síntomas más comunes de esto son:

Dolor intenso.
Fracturas por debilitamiento del hueso.

Canceres de hueso primarios

Mieloma múltiple. Es un cáncer óseo primario más común. Es un tumor maligno de médula ósea del tejido blando en el centro de muchos huesos. Cualquier hueso puede ser afectada por este tipo de cáncer.
Osteosarcoma. Es el segundo tipo de cáncer óseo primario más común. Se presenta en dos a cinco personas por millón cada año, con la mayoría de los casos en adolescentes y niños. La mayoría de los tumores se desarrollan alrededor de la rodilla, ya sea en el fémur (muslo) o la tibia (hueso de la espinilla). Otros lugares comunes incluyen la cadera y el hombro.
Sarcoma. Los lugares más comunes afectados son la pelvis superior e inferior de la pierna, parte superior del brazo, y las costillas.
Condrosarcoma. Tumor maligno compuesto de células productoras de cartílago. La mayoría de los casos ocurren alrededor de la cadera, la pelvis o área del hombro.

Tumores óseos benignos

Existen diferentes tipos de tumores óseos benignos, así como algunas enfermedades y condiciones que se asemejan a los tumores óseos. Aunque estas condiciones no son verdaderamente tumores óseos, en muchos casos que requieren el mismo tratamiento.

Fibroma no osificante
Unicameral (simple) quiste óseo
Osteocondroma
Tumor de células gigantes
Encondroma
La displasia fibrosa
Condroblastoma
Quiste óseo aneurismático
Osteoma osteoide

Síntomas

Los pacientes con un tumor óseo a menudo experimentan dolor en el área del tumor. El dolor se describe generalmente como sordo y persistente, puede empeorar en la noche, ya en ocaciones aumenta con la actividad.

Otros síntomas de un tumor óseo pueden incluir:

Fiebre y sudores nocturnos.

Muchos pacientes no tendrán ningún síntoma, pero se nota una masa indolora en su lugar.

De vez en cuando, los tumores benignos pueden ser descubiertos cuando se toma una radiografía por otra razón, como un esguince de tobillo o rodilla.

Diagnóstico

Se debe un examen físico completo, centrándose en la masa tumoral buscando:

Hinchazón o sensibilidad en el área del tumor.
Los cambios en la piel.
La presencia de una masa.
Cualquier efecto que el tumor podría tener en las articulaciones cercanas.

Pruebas de imagen

Radiografías.
Resonancia magnética.
Tomografía computarizada.
Gammagrafía ósea.

Biopsia

Suele ser necesaria para confirmar la presencia de un tumor óseo.

Tratamiento no quirúrgico

Tumores benignos

Algunos tumores de rodilla y cadera benignos pueden ser tratados eficazmente con medicamentos. Algunos desaparecerán con el tiempo. Esto es particularmente cierto para ciertos tumores benignos que se producen en los niños, como el osteoma osteoide.

Tumores malignos

El tratamiento depende de varios factores como la etapa del cáncer. Si se localiza el tumor, las células malignas se encuentran dentro y en el área circundante inmediata. Cuando ha llegado a una etapa metastásica, se ha extendido en otras partes del cuerpo y puede ser más grave y más difícil de curar.

Tratamiento quirúrgico